Sabemos que hay una creciente preocupación por compatibilizar la vida humana en la Tierra con el equilibrio ecológico. Sin embargo, el ser humano no tiene por qué ser una amenaza si adquiere nuevos hábitos en su forma de conectarse con la tierra. Basta con desechar la organización territorial enfocada en el máximo beneficio del constructor y optar por una organización de tipo win/win/win: gana el entorno, gana el cliente y gana el vendedor. Para proteger la vida rural, no es necesario desincentivar el éxodo al campo, sino ordenarlo. La idea es repartir mejor a la población mundial, reducir la masificación urbana y conectar a las personas con la vida rural y sus beneficios, buscando el enriquecimiento ecológico y económico para este entorno y sus habitantes. Lo bueno es que ya existen tecnologías y experiencias exitosas que alientan este cambio.
Uno de los principales objetivos de la vida en comunidad es tratar de ser lo más limpios e integrados con la naturaleza que se pueda, generando el menor impacto en el entorno y favoreciendo una mayor independencia de los mecanismos asistenciales públicos. Por eso IMSAIA aplicará los fantásticos inventos que ya existen y funcionan de maravilla para lograr esa meta.
"Un hogar comunitario, autosuficiente y replicable donde convivir entre amigos
y que la naturaleza lo sienta como su propio hogar"