MOTIVACIONES

RECONOCER EL PROBLEMA

 

El mundo ha cambiado para siempre. La incertidumbre es tal, que nadie sabe si las empresas seguirán contando con los trabajadores de los que prescindieron en la crisis sanitaria o si los colegios recuperarán la normalidad que perdieron. Esto se suma a la crisis económica sistémica, con una deuda impagable por personas, instituciones y países, que estanca cualquier avance. A todo ello, sumamos la crisis climática que, sea o no cíclica, en cualquier caso afectará las dinámicas de funcionamiento conocidas. ¿Y qué hay del hacinamiento y la delincuencia creciente en las grandes ciudades? Si además reconocemos lo inevitable de que las máquinas y la inteligencia artificial acaben sustituyendo un inmenso surtido de puestos de trabajo, la pregunta que nos atenaza a todos es ¿podremos sostenernos en el futuro próximo?

 

 

VISUALIZAR LA SOLUCIÓN

 

Podremos sostenernos si cambiamos la forma en que se articuló la sociedad hasta ahora. No debemos esperar que organismos internacionales desconectados de nuestras necesidades particulares decidan qué hacer con nuestra fuerza laboral, nuestra creatividad, nuestras propiedades, nuestra salud y nuestro dinero. La solución pasa por organizarnos en cooperativas y comunidades autogestionadas, coordinadas por comisiones representativas y vinculadas directamente a las necesidades de la población que representan. Comisiones que, a su vez, se conecten en red con otras comisiones regionales y desde ahí, decidir localmente por nuestro bienestar. Dichas comunidades pueden ser urbanas o rurales y sostenerse a partir de oficios y profesiones que atiendan las necesidades y demandas de sus habitantes. La idea es que las empresas se desenvuelvan a escala de un mercado cercano y limitado, de modo que la conciliación laboral-familiar sea amable y exitosa. También que cada desafío o demanda sea abordable por la propia comunidad o su red. Pero además, que los productos generados sean siempre de calidad, por no requerir aumentar beneficios indiscriminadamente, ni saciar masas ingentes de población.

 

 

¿POR QUÉ LA COMUNIDAD IMSAIA SERÍA UNA BUENA SOLUCIÓN?

 

PRIMERO) Nuestro proyecto es el de una comunidad a pequeña escala donde hacer realidad muchas de las dimensiones que se requieren para que sea autosustentable y replicable a igual o mayor escala. Lo hará demostrando que el concepto responde a las necesidades que van a presentarse a medio-largo plazo en la sociedad, resolviendo indefinidamente las demandas vitales de cada persona, como son alimentación, vivienda, salud, formación y ocio, sin generar impacto negativo en el entorno. Esto se materializará desde varios pilares. El proyecto será rural, aprovechando algunas de las millones de hectáreas que existen deshabitadas en el territorio chileno. Sus edificios y viviendas serán bioclimáticos, reduciendo así los costos energéticos de calentar o refrescar los espacios. Se construirán con materiales naturales de la zona, reduciendo al máximo la huella contaminante. Dispondrán de sistemas de recuperación de agua de lluvia, de aprovechamiento de aguas grises, de baños secos y de aguas de pozo, prescindiendo así de alcantarillado y evitando el gasto innecesario de agua. La energía será solar, eólica y con generadores, contemplando a futuro incorporar energías libres cuyas patentes sabemos están próximas a liberarse. Habrá huerto, invernadero, bosque comestible y sistemas de compostaje de todos los residuos, aspirando a un 0% de generación de los mismos.

 

SEGUNDO) Si bien, el ecosistema de esta comunidad y sus dinámicas internas permitirá el sustento de sus habitantes, se contempla desarrollar oficios que permitan tanto el desarrollo personal, como los ingresos económicos necesarios para sufragar los gastos que implica la feliz y confortable implementación de nuestras actividades. Dichos ingresos se generarán con siete fuentes principales:

 

1) Turismo rural consciente, alojado en camping o en atractivas casas circulares, donde vivir la experiencia autosustentable;

2) Arriendo de espacios para eventos, charlas, talleres, encuentros y seminarios;

3) Oferta de servicios para el bienestar y remedios terapéuticos naturales;

4) Venta de artesanías, soluciones en madera y vegetales orgánicos de los excedentes de nuestro huerto y bosque;

5) Formación en talleres de huerto, permacultura, bioconstrucción, carpintería, sanación, disciplinas, terapias, etc.

6) Cementerio de animales

7) Escuelita libre

 

TERCERO) La iniciativa contempla también actividades no-monetarias como dar o intercambiar servicios con las familias y poblaciones próximas, facilitar diversas posibilidades de voluntariado, entregar charlas para el crecimiento personal, círculos de autoayuda, becas formativas, banco del tiempo, etc. 

 

CUARTO) Otro valor añadido a nuestro proyecto es que, permitiéndolo el terreno finalmente adquirido, la disposición de todas las construcciones se ordenará sobre la base del diseño geométrico de la flor de la vida. Esto le dará no solo una forma más armónica y atractiva al conjunto del asentamiento, sino la fuerza energética creativa que imprime una geometría sagrada representada en las civilizaciones más antiguas del planeta como símbolo y proyección del origen de la vida. Esto multiplicará la resonancia del proyecto con el lenguaje del Universo, orientándolo exponencialmente hacia el éxito. 

 

QUINTO) Las personas que lo formamos, estimulados por nuestra sensibilidad social y ecológica, pero también por nuestro conocimiento en co-creación de realidades, venimos años visualizando esta iniciativa, depositando en ella nuestros anhelos compartidos y coherentes con el buen vivir, depurando al máximo las debilidades observadas en otras iniciativas similares, capacitándonos y estableciendo los contactos necesarios para llevarla a cabo, de principio a fin, en fases de creación y capitalización realistas.

 

SEXTO) Tendremos, a parte de una estudiada y seductora imagen corporativa, un programa de publicidad y marketing que promocione la iniciativa a nivel nacional e internacional, con presencia en web, redes sociales y plataformas turísticas y de voluntariado.

 

SÉPTIMO) Aspiramos, por último, a que las personas que faciliten el terreno, se conviertan automáticamente en los primeros mecenas que puedan hacer usufructo de los servicios y productos del proyecto en el modo que ambas partes estipulemos.